Ya no se hacen newsletters como este

Una apología al pesimismo funcional, en tech y más allá.

Ya no se hacen newsletters como este

Buenas,

Espero que estés teniendo un gran domingo. Antes de comenzar, voy a tirar una buena, así no sienten que los estoy bombardeando a pálidas y cuestionamientos en el día de la semana en el que uno más vulnerable está -btw, también les dejo un regalo más abajo.

Ahora sí, la buena:

Métricas & el futuro de este newsletter

A finales de septiembre, publiqué las métricas de este newsletter.

CathCore, métricas & apología a la gentrificación
¿Qué tal? Espero que estés teniendo un gran domingo, como yo. No tengo un deep dive específico para esta semana. Pero estoy preparando una explicación de mi framework para vender servicios de diseño. Esto está inspirado por diversos factores, incluyendo:

Desde entonces, la audiencia ha crecido un montón. Todavía me siento un tanto incierto sobre canales de distribución. No me gusta escribir 100% para LinkedIn -quiero poder putear o ponerme “político” cuando lo necesite. Y sé que Twitter quiere dos cosas de mí:

  1. Dinero
  2. Que mi audiencia se quede en la plataforma

Quizás, más allá del boca en boca, yo tenga razón e Instagram sea mi mejor canal de distribución - al menos mientras no me digne a hacer contenido complementario en video. No lo sé.

Lo que sí sé es que voy a mantener a este newsletter gratuito para siempre, sean menos de 100 suscriptores como ahora, o 100k. Esto se relaciona parcialmente a algo que cubrí en el blog de Postdigitalist hace unas semanas. Prefiero usar este espacio para pensar en voz alta y construir relaciones. Si se monetiza, será sin paywall - con el tradeoff que eso significa.

Como fuese, los temas que nos competen hoy son:

  • Potenciales ineficiencias en los estándares operacionales de tech
  • Los límites de “lo documentable” y cómo colectivizar aprendizajes
  • Cómo hacer microdosing de pesimismo
  • Por qué empecé a mirar Bloomberg TV

La canción de la semana es “The Leanover” de Life Without Buildings:


Antes de avanzar, te cuento que en Postdigitalist estamos recibiendo pre-inscripciones para nuestro curso de SEO programático, a lanzarse a comienzos de noviembre. Es un programa on-demand que incluye video + deep-dives escritas + recursos prácticos. ¿No tenés un buen inglés? No te preocupes, es bilingüe. Pre-inscribite y recibí el curso gratis.


Eternal Talent Department Summer Vacation

El otro día tuve que explicarle a alguien que no trabaja en tech cómo funciona el recruiting. La experiencia me recordó a otras ocasiones en las que expliqué procesos estándar del sector y mi interlocutor quedó perplejo ante su ineficiencia o falibilidad.

Con esto no quiero decir que todos los recruiters sean malos. Pero desde hace años, consultores y gente de HR viene notando que el recruiting está roto en lugares bastante críticos. Doy un ejemplo pavo: abundan historias de terror de recruiters sin conocimientos básicos, que salían a buscar desarrolladores expertos en “Reaccionar JS”. La falencia más evidente está en la job description mal escrita. Pero esta no es sino un síntoma de una falta de conocimiento que vuelve ineficiente al recruiter. Si no sabés muy bien qué significa “React” y que no se traduce, menos que menos vas a poder filtrar a conciencia candidatos. Te falta una capa de conocimiento iniciático. ¿Cómo se puede esperar que entiendas matices más avanzados?

Estas fallas se vuelven ineludibles en un contexto de incertidumbre y contracción de la industria.

No me interesa ahondar mucho en el recruiting - no es mi área de expertise, ni siento una curiosidad particular al respecto. Uso este ejemplo para abrir una pregunta: ¿Qué estándares se van a ir por la borda estos años porque sostenerlos demanda demasiados recursos, y los resultados no están a la altura?

En cierto punto, haciendo la vista gorda al costo humano que eso conlleva, uno termina deseando que haya cierta contracción, como detonante de una purga y optimización forzada.

Lo indocumentable

Hace unos días, vi en LinkedIn el siguiente gráfico, elaborado por Enzo Avigo, CEO de una startup llamada June:

Básicamente, Enzo plantea que la mínima unidad de valor que puede generar para sí una startup es un “aprendizaje”. Este aprendizaje no es necesariamente un dato numérico. Es información real, colectada de primera mano, que inspira decisiones con un impacto positivo.

En función de esto, me pregunto:

  • ¿Cómo articular un esfuerzo de documentación para compilar, visibilizar, y mantener actualizados estos aprendizajes?
  • ¿Cómo distinguir qué insights son relevantes y cuáles no?
  • ¿Hay aprendizajes indocumentables? Si los hay, ¿Documentarlos significaría que la información fluyera por fuera de la esfera de acción de los aprendizajes? ¿Esto sería un error?

Cuando le plantee estos asuntos a un amigo muy íntimo, me hizo llegar este infográfico:

No le pregunté de donde lo sacó, pero probablemente no provenga de un blog de marketing.

El aprendizaje no es tal hasta que no se reconoce como valioso y se suma al corpus de suposiciones accionables. Por eso hay que combatir el playbook-ismo y la búsqueda de fórmulas mágicas. Evitar el aprendizaje no evita el error, y para peor, te mantiene operando dentro de las fronteras de lo estrictamente probado y lo estrictamente posible. Todo bien, pero:

  1. Eso te deja en una posición en la que vas a tener que negociar a la baja.
  2. Esto es tech, creía que hacíamos otra cosa.

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Microdosing de pesimismo

El otro día compartí un secreto con un colega, que ahora voy a compartir con ustedes. De cuando en cuando, cuando me siento demasiado ajetreado , me rindo por un par de horas. Diviso un plan B, tiro la toalla, hago un post-mortem, actualizo el CV, pienso en abrirme una práctica individual. Veo cómo se consigue un trabajo entry-level en la industria cinematográfica.

Al otro día, arranco renovado. Ese simulacro de rendición cumple varias funciones:

  • Me reafirma que si las cosas salieran mal, la vida seguiría.
  • Me ayuda a recordar que estoy en control de mi propia vida.
  • Sirven como un descanso del hiper-optimismo (siempre resolutivo, a veces naive) que todos los fundadores tenemos que tener.
  • Reafirma mi compromiso con lo que estoy haciendo - no estoy atrapado en mi propia vida, tengo otras opciones, y decido seguir intentando.

¿Tenés copes similares en tu propia vida? Contame.

Por cierto, a veces el cope es abrir una botella de vino y putear. Pero, aunque parezca mentira, no siempre es una solución.

Empecé a mirar Bloomberg

Hace algunos días, empecé a mirar Bloomberg TV. Las razones son simples: Siento que es información que me sirve, que me orienta, y que va más allá de la telenovela cuasipolítica de los noticieros argentinos.

He tenido muchas conversaciones, con mucha gente, en los últimos meses sobre la función económica y cultural que cumple Bloomberg y los intentos locales de tener el mismo impacto.

No puedo tener métricas del canal, pero sí del sitio.

Al parecer, sólo el 7.6% del tráfico de Bloomberg Linea (la edición de Bloomberg para LATAM) es argentino. Puede parecer un número despreciable, hasta que ves en qué volumen de tráfico se traduce ese porcentaje.

Ahora bien, ese es tráfico de search - felicitaciones a ese excelentemente financiado equipo de SEO. Tráfico de search no equivale a tráfico fidelizado u si quiera calificado. Hay algunas métricas más que podría citar para dar una full picture - esas no vienen de SEMRush. Pero reservo esa profundidad de análisis para el OnlyFans de consultoría por hora.

Buena semana,

Aaron