CathCore, métricas & apología a la gentrificación

Algunos pointers para la nueva estética católica, un análisis de las métricas de este newsletter, quejas sobre el algoritmo de YouTube y una crítica agridulce a los precios de Carhartt.

CathCore, métricas & apología a la gentrificación

¿Qué tal?

Espero que estés teniendo un gran domingo, como yo. No tengo un deep dive específico para esta semana. Pero estoy preparando una explicación de mi framework para vender servicios de diseño. Esto está inspirado por diversos factores, incluyendo:

  • La curiosidad (y necesidad) de amigos y colegas
  • La fortuna de ya tener algo que podría llamar “un framework”
  • El estándar subóptimo de la oferta actual de este tipo de recursos

Todavía no sé qué forma darle. Creo que el texto resultante va a ser demasiado extenso para un newsletter.

Mi canción de la semana es “Mascara” de Deftones:

Cathcore

Hace unos días, me apareció en Twitter un video descargado de TikTok, al que el OP (del tuit) se refirió como “una webcam de Jesús”.

Me parece que incluye aciertos, pero que aún adolesce de la literalidad y la torpeza tonal de buena parte del material con el que se intenta atraer a los jóvenes a la religión. Tenemos la languidez femme de Pascua Joven o el broísmo cheddar de cierto evangelismo yankee. Cualquier estética intermedia es una no-estética a medio camino de todo.

Tengo algunas ideas para una nueva estética católica, que abrevan de la historicidad de la iglesia, y la hibrída con pointers que van a atraer a aquellos más propensos a interesarse.

Comparto mis observaciones a modo de lista de notas sueltas:

  • Durante la adolescencia, uno se quiere morir todo el tiempo. Esta muerte es simbólica, no literal.
  • Hay cierta morbidez inherente al lore católico que no se está capitalizando.
  • Capitalizar esa estética podría atraer a un tipo de adolescente que está viviendo con particular intensidad esta pulsión de muerte, y que ya tiene sus sensibilidades estéticas configuradas en esos cuadrantes.
  • Este tipo de adolescente busca un comfort espiritual y estético en las letras de las canciones que escucha, de la misma forma en la que un religioso puede buscar comfort, acompañamiento y verdad en las escrituras.
  • Esta morbidez dio origen al emo y continúa en el mumble rap e híbridos á la Lil Peep (descanse en paz).
  • Lana Del Rey, Ethel Cain, Nicole Dollanganger, y artistas similares tambien habitan este landscape sentimental, haciendo uso de imágenes explicitamente cristianas. Si bien su uso puede ser considerado “blasfemo”, es más genuino que la idolatría.
  • La escena del trance ya hace guiños a lo religoso, las raves son rituales en los que se arriva a un estado disociativo, producto de estímulos químicos y sensoriales. Eventualmente escribiré sobre las raves, tengo que ir a algunas más antes.
  • Un adolescente asexual no-binario que encuenta ofensivas las escenas sexuales en las películas está más cerca de Monseñor Aguer que un heterosexual adicto a la pornografía y votante de LLA - en cuanto a sensibilidades estéticas y en cuanto a sensibilidades culturales. Una vez entendamos eso vamos a bautizar al próximo millón de católicos.

¡Gracias por leer! Este post es público, así que sentite libre de compartirlo ✌️🧢

¿Cómo hago que este contenido me llegue más seguido?

Ayer, entre material que se ubica entre lo tragable y lo pésimo, YouTube me recomendó una joya. Se trata de una conversación entre Eartheater (artista quien sigo y recomiendo) y la bióloga computacional Elizabeth Hénaff.

La charla forma parte de una serie de conversaciones entre científicos y músicos, que pretende usar las metáforas naturales como puntapie para hablar sobre ciencia.

Dos puntos:

  1. Momento Choricet: esto me encanta.
  2. Necesito entrenar a los algoritmos de YouTube e Instagram para que me ayuden a descubrir esto.

No sé cómo lograré esto segundo. Requeriría condicionar mi propio comportamiento para condicionar al algortimo, servidumbre cibernética nefasta. Y también requeriría asumir que hay suficiente material, apropiadamente indexado en YouTube, como para sustentar una dieta de contenido como la que me gustaría tener. Considerando la vastedad de internet, no asumirlo es de un pesimismo absurdo.

Full disclosure: mis métricas

Desde hace unos días, estoy trabajando en un artículo debunkeando las métricas que suelen usarse para vender servicios de email marketing. Mi objetivo con esto es poner en perspectiva presunciones que llevan a errores estratégicos. Sí, el email es excelente. Sí, se puede generar engagement valioso vía email. Ahora bien, el grueso de los newsletters son desperdicios de tiempo - tanto para los equipos de marketing que los escupen como para los lectores.

En línea de con esto, me interesa compartirte las métricas de este newsletter hasta ahora. Siendo esta la décime entrega, reporto:

  • 26 suscriptores en total (+18 en el último mes)
  • 518 views en el último mes (on un aumento de +120 MoM)
  • Una tasa de apertura de 64.58% (con un descenso natural de 6% MoM)

¿Estos son números humildes? Sí, tan humildes que me pongo de rodillas. Pero puedo contar 2 nuevos contacots interesantes que me abordaron por este newsletter. Si la mínima unidad viable de impacto del contenido es la conversación, esto está funcionando.

Cosas que creo que estoy haciendo bien:

  • Estoy escribiendo sobre cosas que me interesan genuinamente, en un tono que se siente natural, y no estoy escribiendo nada que no me sería un gusto leer.

    • Gracias a eso, estoy siendo consistente.

  • Estoy usando una plataforma que no tengo que mantener. Si Substack me queda grande, migraré a un sitio propio. Pero tengo objetivos numéricos que me van a señalar cuando sea el momento.

Cosas que debería haber hecho antes:

  • Dejar de confiar en Twitter como única/principal plataforma promocional y enfocarme en canales que no tengan vendettas con Substack.

WorkerCore

Carhartt es una marca gentrificada desde hace más o menos una década. Con el agravante de que es importada, se vuelve casi imposible para un trabajador manual argentino. Pero, en función de su verdadera demográfica target (diseñadores gráficos socdem), Carhartt está teniendo un tímido desembarco vía stockists.

En la primera edición de este newsletter, me explayé sobre la nefasta moda de locales con mala hotelería, personal insuficiente, poco stock, y precios elevadísimos. El larping popular no es exclusivo a la gastronomía. En rubros como la indumentaria, aparece con buenas intenciones similares. Al final del día, sí: Unas Dr. Martens pueden durar décadas. Son botas para obreros fabriles. Si querés ropa que te dure (por funcionalismo, falta de tiempo, o ser un starving artist), la ropa de obrero es una buena apuesta. De la misma forma en la que, si querés una silla de escritorio duradera, te conviene ir a por una silla para oficinistas, no para gamers. La durabilidad es costo-eficiencia.

No les voy a mentir, la idea de “tener un uniforme” siempre me intereseo. Tanto como decisión de marca personal como a modo de estrategia para reducir la carga cognitiva por cosas banales. Pero las cosas sólo funcionan si funcionan. Un pantalón de mala calidad con “estética de pantalón de laburo” no sirve. Menos que menos si está a un pricepoint poco conveniente.

¿Qué panorama propiciaría el surgimiento de este tipo de propuestas? ¿Ya las hay y se me escapan? Cuenteme.

Antes de terminar - Mirá esta foto de Leonard usando Nike Air 108s en un retiro Zen:

Image
Leonard Cohen en el Mount Baldy Zen Center, 1995

Soy ese.

¡Hasta el próximo domingo! ☀️👋

Aaron

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