Aarchivo: ¿Cuál era el futuro de cripto en 2022?
Revisitando un artículo de 2022.

El 14 de noviembre de 2022, publiqué un artículo en el viejo NadaRespetable.com titulado "¿Cuál es el futuro de cripto?". La presente es una versión anotada que expande las ideas de ese momento y analiza si alguna predicción fue cumplida.
Este artículo puede salir muy mal o muy bien. Probablemente el 50% de sus takes sean probadas como correctas. El otro 50% van a envejecer como leche a temperatura ambiente. El asunto es cuál 50% es cuál.
El contexto
Escribo esto tras la caída en desgracia de Terra Luna, Celsius, 3 Arrows Capital & FTX. Es un momento de escepticismo, dolor y miedo. Cientos de miles de personas perdieron dinero que no podían perder, y cientos de miles de otras temen que vaya a pasarles lo mismo.
Luna y UST cayeron en un espiral hiperinflacionario. Al mismo tiempo, Celsius Capital perdió un trillón de dólares de sus clientes. En su mayoría, estos clientes eran gente de a pie, que veía en Celsius una alternativa bancaria confiable y prometedora. Al poco tiempo, los fundadores de 3 Arrows Capital se profugaron. Y a los pocos meses, FTX se declaró insolvente. Tanto FTX como Celsius violaban sus propios términos y condiciones apostando el dinero de sus usuarios en inversiones de alto riesgo. Tanto FTX como Celsius se vendían como opciones accesibles para ingresar al «mundo cripto».
Mi intención para esta pieza no es particularmente periodística. En su lugar, me interesa compartir algunas ideas sobre cómo creo que llegamos hasta acá y cuál podría ser la manera de salir adelante.
A quien quiera la timeline y los detalles, le recomiendo:
La visión
No soy un no-coiner. De hecho, hace no mucho tiempo tenía un irresponsablemente alto porcentaje de mi capital en cripto. Además, he trabajado y trabajo (no exclusivamente) con compañías de DeFi y ReFi.
Si me preguntas cuál es el uso que creo ideal para cripto, es el de una herramienta, en parte institucional, y en parte marginal.
Argentina es uno de los países con mayor adopción cripto en el mundo. Esto se debe, más que nada, al pujante sector importador de servicios intentando evadir políticas cambiarias predatorias, impracticables e irracionales. Con algo de suerte, estas políticas estarán en retirada en Argentina. Pero pueden existir políticas similares (o de efectos similares) en otras naciones.
El mayor potencial de cripto está en su status como «censorship-free money». Puede ser utilizado por criminales, pero tambien puede ser utilizado por disidentes políticos. En especial, monedas como bitcoin o monero.
Por otra parte, tambien hay un potencial institucional en cripto, atribuible a la programabilidad de la blockchain de Ethereum. Es altamente probable que Ethereum brinde la infrastructura que haga posible la creación de CBDC (Central Bank Digital Currencies) – es decir, monedas digitales gestionadas por los Estados-Nación.
Nótese que el ecosistema no va en una única dirección «anti-establishment» o «pro-establishment». Hablar de «cripto» como una industria monolítica es nocivo y limitante. Y lleva a un tipo de groupthink muy peligroso. En especial, si coexiste con la necesidad autoimpuesta de que cripto «se coma al mundo» a la A16Z. ¿Por qué un early adopter de bitcoin tiene que forzarse a defender a esos monos de mierda?
La tecnología no es neutra. Permite o prohibe usos, facilita o cancela alternativas. Pero cuando hablamos de cripto, no hablamos de una única tecnología. No hablamos de un sólo grupo de interés, y no hablamos de un sólo uso. Por eso desconfío de la narrativa buenista de «liberar al mundo con cripto».
Sí, hay proyectos de interés social que usan cripto como facilitador. Pero la narrativa que dota a la tecnología per se de un carácter moral positivo es peligrosa. Principalmente, porque sirve para clausurar discusiones constructivas y para convencer a gente necesitada en el tercer mundo para que trabaje por tokens auto-emitidos para no tener su moralidad cuestionada.

Optimismo cruel
En su libro de 2011 Cruel Optimism, Lauren Berlant introduce el concepto homónimo como aquello que sucede cuando lo que uno desea es el mismo obstáculo para la realización que uno busca.
Para poner un ejemplo burdo: Quienes están en una relación abusiva y aspiran a ser amadas mientras continúan persiguiendo ese vínculo están padeciendo optimismo cruel. Optimismo cruel es querer ser amado, pero buscar amor donde no lo hay. Es querer la buena vida, pero definir «la buena vida» en los términos más autolesivos posibles.
El optimismo cruel de WAGMI
Se obra como si la adopción masiva:
- Fuese deseable
- Se fuese a dar a fuerza de optimismo cruel, convenciendo a todo el mundo de que cripto va a hacerlos ricos
Pensar a la industria como un monolito es un error. Pensar a la industria entera como moralmente buena por default es otro. Creer que cripto es una suerte de cohete que sólo puede ir hacia arriba y cuyo propósito único es aterrizar en una suerte de colonia marciana comandada por Elon Musk en la que los true believers tenemos el equivalente terrícola de 200 millones de dólares y un Lamborghini es un error igualmente o más grave.
Al fin y al cabo, esa narrativa es la razón por la que no se pueden incluír las palabras «nft metamask dogecoin» en un tweet sin ser bombardeado por proyectos basura y scammers.
Se cree que el fin último del ecosistema es la adopción masiva. Y en función de esa adopción masiva, se han avanzado narrativas que le prometen a la persona promedio de clase media, que vive en el primer mundo (aquella que no *necesita* cripto en su día a día), que con cripto puede tener el éxito económico de los early adopters.
Los early adopters se enriquecieron con cripto porque compraron en piso una herramienta nueva cuyo potencial todavía se desconocía. Alguien que compró 500 dólares en Bitcoin el 14 de octubre de 2015 (a $253.11), ahora tiene un poco más de $35k. Y, de vender en el máximo histórico de $65496, el 14 de noviembre de 2021, se habría hecho de un poco más de $130k.
Esto es una anomalía histórica. Algo que sucedió cuando nadie estaba mirando en esa dirección. Entre mayor atención gana el ecosistema, menos probable se vuelve que eso suceda otra vez. Se incrementa la especulación, baja la confianza, y la gente se empieza a hacer preguntas. Ya no tenemos marcas descentralizadas nacidas como experimentos. Ahora tenemos cuentas verificadas en Twitter, venture capital, y expectativas de altos retornos. Son estas las pasiones que impulsaron el boom de los NFTs (además de cierto detalle regulatorio del que hablaré en otra ocasión).

A mi parecer, los NFTs fueron lo peor que le sucedió al ecosistema en términos de PR. Mucho peor que su uso por parte de narcotraficantes.
Un martillo es un martillo. Está hecho para martillar cosas. Eso que se martilla puede ser un clavo (idealmente), un tornillo (en condiciones menos propicias), o un cráneo humano (en el peor caso posible).
Pero los NFTs no se trataron de un mal uso de una herramienta, sino del nado sincronizado para venderle un sueño avaro a gente común. Y todo fue tan transparente y tan obsceno, que «desconvenció» a algunos convencidos, alejó a agentes valiosos pero escépticos, y puso en ridículo al ecosistema todo.
La narrativa WAGMI es hija de haberse puesto como norte la adopción masiva a toda costa, en lugar de sacarle el máximo provecho funcionalista a las herramientas descentralizadas, a través de casos de uso genuinos.
– Todos vamos a ser ricos
– ¿Cómo?
– Con este proyecto de coleccionables, CriptoBolas, que se va a ir a la luna
– ¿Por qué se va a ir a la luna?
– Porque estamos construyendo comunidad en nuestro server de Discord
– ¿Y qué valor hay en eso?
– Que todos vamos a ser ricos con este proyecto de coleccionables, CriptoBolas. Se va a ir a la luna.
Qué recomendaría hacer
Asumo, por supuesto, que no tenés expertise específica en la materia, y que operas con dinero propio y con cierta aversión al riesgo.
No soy un experto en finanzas. Y llegado este punto, aventuraría que nadie lo es. Pero si tengo que, muy liviana y laxamente extender una reomendación, te recomiendo lo que estoy haciendo. Es decir, retener una posición modesta en la moneda que más confianza te genere y olvidar al respecto. O usarlo para que no te caguen con el tipo de cambio.