You’ve given me too much to feel

Daft Punk, probablemente el grupo más influyente del Siglo XXI, anuncia el final de su carrera

A pocos días de cumplirse 20 años del lanzamiento de Discovery, Daft Punk sorprende la escena musical con un video de despedida, con un montaje que incluye imágenes de la película Electroma. 
Paradójicamente, estaba en camino para ustedes un artículo explicando la influencia del disco de 2001 en la música de las últimas dos décadas, así que haré un breve racconto de esas ideas en perspectiva.

Daft Punk fue un dúo de música electrónica, “bailable”, comercialmente sostenible, parte orgánica del movimiento que integró pero también vanguardista. Cada uno de sus 4 álbumes de estudio son la síntesis de corrientes que venían sonando en su época, perfectamente distinguibles uno del otro, y con una influencia posterior incomparable. En Homework, llevan al límite el sonido áspero del ácid house, el sampling y el uso intensivo de grooveboxes. El resultado es una curaduría-arqueología de una tradición de las escenas de Chicago y Detroit.

Discovery retoma la fórmula que integra house y pop, cuyos orígenes pueden situarse en el Italo Disco de mediados de los años ochenta (al cual tangencialmente rendirían homenaje más de diez años después), y que daría luz a toda una cultura que se daría por llamar “EDM”, colaboraciones entre DJs-productores y estrellas pop. A ésto se le agrega la composición via samples y compresión “sidechain”, ingredientes que eran moneda corriente en la escena French House de la que eran integrantes privilegiados vía proyectos individuales.

El disco, que prácticamente no tiene puntos flacos, marcó un antes y un después en la música electrónica influenciando tanto a artistas de público masivo como Kanye West, como a cosas más de nicho, Justice por ejemplo. Éstos últimos (dos franceses, también), en cualquier caso son mucho más hijos del tercer álbum de estudio de Daft Punk, Human After All. La historia cuenta que el disco fue compuesto y grabado en muy poco tiempo, algo que puede deducirse por un estilo de producción más rústico y mecánico. Inicialmente la prensa especializada no lo recibió bien, aunque podemos ver acá un caso ejemplar en la vida real de esa escena de Volver al Futuro donde Marty McFly interpreta un solo de guitarra bastante cacofónico.

Ciertamente, el mainstream no estaba del todo listo para tolerar un sonido increíblemente mecánico y ríspido, una monotonía escuchable sólo para personas criadas con computadoras. El tiempo les daría la razón, y artistas franceses como los ya mencionados Justice, pero también Kavinsky, SebastiAn, Gesaffelstein, Perturbator y más, seguirían la tradición hurgando por diferentes caminos. Sin dudas, buena parte del Hard Techno puede reclamar su parte como influencia del disco, lo cual muestra la función de reprocesamiento del dúo de corrientes previas para luego generar algo que las trasciende.

La consagración a escala mundial llegaría con la performance en vivo en Coachella 2006 (acá en Argentina también se presentaron en el Festival Bue ese mismo año), en un escenario que fundaría las bases de Festivales de música electrónica posteriores, con juegos de pantallas led, luces y mashups de temas propios, lo que reformuló la idea misma del DJ como performer.

Tras una colaboración sobria en la banda sonora de Tron: Legacy, en 2010, llegaría el disco Random Access Memories en 2013. Recuerdo haberlo escuchado en el colectivo cuando volvía de trabajar, pensando desde el primer segundo que iba a ser un hit inevitablemente. Siento que gran parte del éxito se debió a que capturaron la energía nostálgica que daba vueltas de los 80’ (fruto en gran parte de artistas que ellos mismos influenciaron, como Kavinsky), y lo convirtieron en una reivindicación de la música Disco, pero no en un formato de mero reprisal, sino indagando de manera casi hauntológica lo que el imaginario de la música disco pudo proyectar: un sonido más espacial, más emocional. Era algo viejo que podía sonar nuevo. Como si escucháramos un disco inédito de Chic colaborando con Moroder.

Ese híbrido de “space disco” existió de hecho, a finales de los ochenta, de la mano de los holandeses Proxyon, probablemente influenciando a cierta parte del Trance a posteriori. Precisamente, Random Access Memories termina retomando ese juego estético en el último track, Contact; aunque también está muy presente en Discovery tanto en la película Interstella 5555, como en la canción Voyager.

Como sea, dejo libre a la curiosidad de los lectores para que investiguen en detalle las ramificaciones estéticas de Daft Punk, sus influencias y a quiénes influenciaron, así como también los aspectos más técnicos. Elijo pensar su ruptura también como un mensaje artístico: de algún modo ya todos los pasados han sido vaciados, y para que Daft Punk continúe, tendría que haber una autoarqueología que es ciertamente peligrosa.

Como canta Paul Williams en, en mi opinión, el mejor tema del disco:

I need something more.