Hace cuatro días, la Secretaria de Economía del Conocimiento del gobierno nacional argentino anunció EconAr, una feria destinada a “empresas líderes en IT, talento joven y empleos del futuro”.
La feria tomará lugar en La Rural, entre el 17 y el 19 de marzo. Y es un evento más o menos legítimo. En el peor de los casos, los asistentes que pretendan utilizar al evento para acelerar su busqueda laboral sufrirán una decepción similar a las que ofrecen las ferias de trabajo joven de Larreta.
Pero no me interesa promover o discutir EconAr en sí, sino su spot, y lo que su spot manifiesta sobre el estado actual de la producción paracultural en tech.
100% generado por IA
El spot de EconAr fue generado con inteligencia artificial – y se celebra como tal.
Noto cierta similitud en cómo se reciben los resultados de implementaciones pobres de IA con cómo se celebraban ciertas aplicaciones de la blockchain, en la cresta de la ola de Web3.
Tokenización mal aplicada lleva a flujos de usuario confusos, poco accesibles y engorrosos, sin una contraprestación proporcional a la molestia. Pero, antes de los golpes de cinismo que han reordenado las prioridades del ecosistema cripto, teníamos que fingir que las falencias actuales valdrían la pena cuando, eventualmente, encontraramos un territorio que coincidiera con el mapa.
Mientras tanto, IA aplicada con ambiciones excesivas, estándares demasiado laxos y wishful thinking sobre las posibilidaddes de la tecnología, lleva a resultados sub-par. Y estos resultados sólo pueden celebrarse y difundirse a la luz de la novedad tecnológica. No es un mal spot, es un mal spot generado con IA – y eso lo hace bueno.
Y, más importantemente: Este spot fue más barato de producir que un spot mejor ejecutado pero creado por humanos.
De hecho, la voz de Nova, el “avatar generado por AI” que narra el anuncio proviene de la herramienta text-to-speech de Microsoft Azure. Se puede acceder a esta herramienta a muy bajo costo – de hecho, sus primeros 12 meses de uso son gratuitos. Y quienes no hayan abierto su corazón al Padre quizás reconozcan la voz de Nova como aquella utilizada en los anuncios de “Folla mujeres cachondas” que aparecen antes de algunos videos en PornHub.
¿Qué es el Scamcore?
La utilización de la inteligencia artificial para la producción de contenido, sin intervención humana criteriosa y sustancial lleva a:
- Material de baja calidad
- Material cuya baja calidad es justificada y perdonada vía sus condiciones de producción
La AI no sólo ayuda a ahorrar costos, es también una gran excusa para producir y distribuir material de baja calidad. No nos asombra ya el mérito humano, sino la capacidad de una licuadora de referencias para hilvanar una pieza de contenido más o menos utilizable.
Esto da origen a una nueva corriente estética, que cancela los indicadores de legitimidad, naturaliza la producción de baja calidad, y forja una nueva era de internet, mucho más peligrosa para los usuarios. Me refiero a esta corriente estética como Scamcore.
El Scamcore trae la lógica de producción, curaduría y distribución de contenido de los aggregators pornográficos al mainstream, con una justificación starry-eyed y tecno-optimista. Quienes practican Scamcore son hijos sanos de la fiebre de los NFTs. Pero, mientras el grift de los NFTs era fácil de entender y evitar, el Scamcore te ataca aunque seas escéptico.
Nadie iba a quitarte dinero de la cuenta bancaria, convertirlo en Ethereum y obligarte a comprar un NFT. Pero, quieras o no, vas a estar expuesto al Scamcore. Y lo peligroso del Scamcore es que vuelve inútil al olfato que uno puede tener para evaluar la legitimidad de algo en función de cómo suena o cómo se ve.
El Scamcore hace que iniciativas, organizaciones, informaciones, y productos legítimos sean indistinguibles estéticamente de sus contrapartes fraudulentos.
Características del Scamcore
El scamcore opera en:
- La producción de contenido escrito
- El diseño gráfico
- La producción de video
- La curación y traducción de contenido
El scamcore:
- Es «pasable», pero se evidencia en los detalles
- Cae dentro del uncanny valley
- Es producido a bajo costo
- Es derivativo, utilizando diseños, estructuras y declaraciones formulaicas
- Fetichiza la falta de intervención humana en el proceso creativo
- Resulta poco competitivo, especialmente si se aliena de sus orígenes
¿Qué significa esto?
No me opongo personal ni profesionalmente a la utilización de AI. De hecho, trabajo con equipos que usan AI para curar información y escalar procesos.
Ahora, la fantasía de que los trabajos creativos pueden reemplazarse completamente con AI puede tener un impacto nocivo en:
- La experiencia de estar online en general
- La velocidad de circulación y validación de la información
- Los mecanismos de auto-preservación que los usuarios ejercitan a diario
Por supuesto, esta creencia nace de la idea de que el trabajo creativo no es socialmente útil y que los creativos merecen que quienes tienen trabajos serios (es decir, los programadores) produzcan herramientas para reemplazarlos.
Un sabor ofensivo es, por lo general, un indicador de que un alimento es nocivo. Ciertos indicadores de baja calidad de producción están diseñados para levantar alarmas. Y quienes no reconozcan las banderas rojas son la audiencia target de la estafa. Si un video en el que una mujer falsa te promete «follar con maduras cachondas en tu zona» no te genera desconfianza, no vas a preguntartelo dos veces antes de ingresar la información de tu tarjeta de crédito para desbloquear el perfil de una tetona gringa a quien nunca viste, pero que, te prometen, está a dos cuadras de tu casa en Mataderos.
Se vienen años interesantes, en los que actores legítimos y actores dudosos van a producir contenido con el mismo stack, la misma estética, y los mismos estándares. ¿La solución? Retornar a la desconfianza de nuestros abuelos. No creer nada que se lea en internet, proceder con cautela, anonimizarse, y dejar de escatimar en reaseguros.
Eso sí, quienes rechacen esta forma de producción tienen todas las de ganar a la hora de establecerse como elite cultural. Producir con desperdicio, invirtiendo en detalles, y tomando más tiempo del estrictamente necesario es un síntoma de bonanza. El lujo es lento, caro y artesanal.