Voy a ser directo: Este artículo es una apología.
Y mi tesis es la siguiente:
- Kanye West es/era un hombre poderoso y rico, cuya influencia en la cultura es irrevocable.
- Kanye West padece una enfermedad mental crónica.
- Esta enfermedad lo vuelve vulnerable a influencias externas y propenso a arrebatos.
- Personas de su círculo (y fuera de este) se están abusando de esas vulnerabilidades para manipularlo y debilitarlo.
- Kanye West es de derecha porque la narrativa funeraria del Partido Republicano post-Trumpista le da las herramientas conceptuales para explicar su confusión y su ira sin posicionarse desde la debilidad o la vulnerabilidad.
- Quienes están rodeando a Kanye West están usando lo que construyó (tanto económica como culturalmente) en función de sus propios intereses.
- Como parte de esta agenda, lo envenenaron para cometer el tipo de discriminación del que nadie vuelve, pasar la ventana de Overton (incluso de la derecha), y convertirse en un antisemita público.
A continuación, voy a analizar:
- Cómo esto sucedió
- Cómo esto está sucediendo a escala
- Antecedentes similares
- Cuál es la (no)-función social del antisemitismo hoy
Qué está pasando con Ye: La historia corta
Voy a asumir que ya sabés quienes son la mayoría de los involucrados en este asunto, así que sólo voy a enumerar algunos sucesos clave que tomaron lugar en la vida pública de Ye en los últimos 9 meses:
- Ye y Kim Kardashian anunciaron su divorcio.
- Ye y Kim recrearon su boda durante una de las presentaciones de Donda.
- Kim Kardashian fue vista con el comediante Pete Davidson.
- Ye comenzó una relación pública Julia Fox, actriz e ícono de la moda esquizo. La relación duró dos meses.
- Ye lanzó una cruzada pública contra Davidson, acusando que este le había «robado» a su familia.
- Esta cruzada pública alcanzó su pináculo con el lanzamiento de «Eazy», canción y videoclip que contenían amenazas explícitas contra Davidson.
- Ye comenzó a salir con una muchacha muy parecida a su ex esposa.
- Ye se peleó con Billie Eilish, acusándola de haberse peleado con Travis Scott, en un episodio tan confuso y nimio que ni siquiera me estoy esforzando por recordarlo.
- Ye se peleó públicamente con Ariana Grande, cuestionando su rol en la muerte de su ex pareja, Mac Miller.
- Ye se peleó públicamente con su suegra.
- Ye se peleó públicamente con el novio de su suegra.
- Ye se peleó en Instagram con miembros del board de GAP (basado).
- Ye se peleó en Instagram con miembros del board de Adidas (basado).
- Ye anunció que volverá a candidatearse en 2024.
- Ye apareció en la Paris Fashion Week y presentó una camiseta que leía «White lives matter», declaración comunmente asociada a los nacionalistas blancos norteamericanos.
- Ye se peleó en Instagram con una periodista de moda, a quien luego perdonó.
- Ye fue banneado de Instagram y regresó a Twitter.
- El ya numerosas veces mencionado emitió dos tuits antisemitas. Uno de ellos leía: «Tengo un poquito de sueño esta noche, pero cuando despierte voy a ponerme en modo death con 3 con LOS JUDÍOS. Lo gracioso es que no puedo ser antisemita en realidad porque tambien soy judío. Ustedes han jugado conmigo y han tratado de silenciar a cualquiera que se oponga a su agenda.»
- Ye perdió su contrato con Balenciaga.
- Ye compró Parler, la deficitaria red social «libre de censura» de la que es CEO el esposo de Candace Owens.
Miles y miles de Kanyes
No es particularmente sorpresivo que Kanye se radicalice a medida que pierde contacto con la realidad. Desde QAnon hasta los grupos de víctimas del gangstalking, existe un espectro discursivo más o menos politizado, que se nutre de gente que, para ponerlo mal y pronto, «está re mal». Y eso no es algo nuevo.
A finales de los años 70s, en Albuquerque (Nuevo México), Paul Bennewitz, dueño de una empresa contratista del gobierno norteamericano empezó a ver luces extrañas y objetos voladores sobre la base aérea local.
Bennewitz era miembro de una asociación civil dedicada a investigar sobre avistamientos de OVNIs, y estaba particularmente preocupado por una ola de mutilaciones de ganado a lo largo de Nuevo México.
Bennewitz no sólo registró imágenes de los cuerpos extraños, sino tambien las ondas de radio que emitían. Y, por supuesto, compartió sus hallazgos con la fuerza aérea.
Como era de esperarse, los hallazgos de Bennewitz no eran sino evidencia de pruebas militares – pero nadie tenía que saberlo. Entonces, agentes gubernamentales decidieron montar una operación, implantando evidencia y mintiendo, para que Paul Bennewitz continúe con su misión de documentar, contactar y eventualmente prevenir actividad alienígena en la zona.
Además, uno de los agentes involucrados en esa operación denuncia que se le donaron 75k dólares a Bennewitz para continuar con su investigación.
La operación terminó de dinamitar la ya precaria estabilidad psicológica de la víctima, quien redujo la intensidad de sus esfuerzos investigativos recién luego de ser admitido en un hospital psiquiátrico.
La enorme mayoría de las figuras que lideraron el movimiento de entusiastas de los OVNIs en los 70s-80s pueden ser atados a alguna psyop personalizada. Esta gente era peligrosa, no porque estuviera cerca de encontrar lo que buscaba, sino porque su modus operandi ponía en riesgo la seguridad nacional.
Con esto quiero decir: Nadie está inventando nada. Manipular a personas mentalmente inestables o crédulas con fines político-estratégicos ha sido una constante en la historia humana. Y llegado el caso, es tan norteamericano como la tarta de manzana, Anna Nicole, o freír cosas para cubrilas de cheddar.
Mi hipótesis no es que Kanye es peligroso para el poder. Si ese fuera el problema, asumo que su accionar sería mucho más ordenado – al final del día, es hijo de un ex pantera negra.
Kanye está teniendo un problema de salud mental grave y, teniendo un historial de declaraciones e intentos políticos conservadores, ha sido entornado por algunas de las figuras más patéticas del republicanismo vernáculo (Candace Owens, por ejemplo). Estas figuras lo han radicalizado y validado en sus arrebatos públicos.
Esta radicalización y validación se condice, a mi parecer, con un plan de debilitamiento que concluye con el vaciamiento de las cuentas del artista y la cooptación de su plataforma.
De Conservatorships & más
Todo este asunto rima con «conservatorship». Y es evidente por qué. La narrativa predominante alrededor de esta cuestión es que alienaron a Britney Spears de su capital por muchísimo menos.
Casi nadie tiene una respuesta respetable a la pregunta de qué hacer con alguien que tiene mucho dinero pero no se encuentra en condiciones de administrarlo.
La asignación de un tutor legal es una solución posible. Pero, en el caso de Britney Spears, se sabe que llevó a la explotación de la artista y a una quita de derechos desproporcional. A su vez, puede arguírse que la conservatorship de Britney duró demasiado tiempo.
Como fuese, la justificación de alienar a alguien que está teniendo problemas de salud mental de su capital funciona sobre la idea de que:
- Por encima de los derechos de un individuo, existe algo llamado «patrimonio»
- Este «patrimonio» es digno de preservación más allá de la voluntad del individuo al que pertenece
- A alguien puede atentar contra su propio patrimonio sin tener derecho a hacerlo
El caso de Kanye puede servir como un ejemplo de qué sucede cuando alguien que está en un espiral de comportamiento errático tiene acceso irrestricto a su patrimonio.
¿Para qué sirve el antisemitismo?
Está bien que haya cosas que no se puedan decir. Aquellos talibanes de la libertad de expresión que realmente creen que debería poder decirse de todo son marginales. Y suelen estar a favor de liberalizar otras conversaciones más escabrosas. Por ejemplo, suelen estar a favor de discutir la edad de consentimiento.
En el campo de la libertad de expresión (y en la mayoría de las constituciones Occidentales) hay un consenso generalizado sobre que el Estado no debería censurar actos discursivos. Pero sí resulta justificada y necesaria la condena social.
Eso es algo que quienes lloran sobre la cultura de la cancelación fingen no entender. Es sano que una sociedad se auto-regule mediante la censura y la condena al ostracismo a quienes rechazan sus valores. No todo puede ser válido. Ahora: El asunto es cómo y sobre qué se hacen esos juicios culturales.
Hay dos cosas que no podes hacer abiertamente porque:
- Son malas
- Va a caer sobre vos una condena social de la que nadie en su sano juicio te va a salvar
Esas cosas son:
- Justificar el abuso infantil
- Hacer declaraciones explícitamente antisemitas
Si bien despreciable, es lícito jugar el juego de los dog whistles. Hablar de Soros, utilizar eufemismos… Si puede confundirse con discurso genuinamente anti-imperialista, podemos hablar de «anti-globalismo» todo el día.
Pero tan pronto como se blanquea el antisemitismo, se presiona una suerte de botón de eyección social y la persona se convierte en un paria, eternamente marcado como El Antisemita.
Tan grave como el antisemitismo (o la apología al abuso) en sí, es que alguien permita que se sepa eso de sí. Si yo, que nunca en mi vida hablé con Mel Gibson y sólo lo vi en dos películas, sé que él es antisemita, hay un problema.
Sólo un loco o un idiota puede rendir voluntariamente información tan desagradable sobre sí. Declararse antisemita es una señal de locura o estupidez tan grave como el mismo antisemitismo.
Quienes no somos antisemitas, ante declaraciones como las de Kanye, vamos a condenarlo por antisemita. Y quienes son estratégicamente antisemitas van a condenarlo porque está revelando el truco de magia. Nosotros vemos a un pichón de Hitler, ellos ven a El Mago Enmascarado.
«Yo me equivoqué y pagué…»
Hace ya más de 10 años, el diseñador John Galliano pagó 6k euros en fianzas a una corte parisina, luego de ser encontrado culpable de:
- Decir que amaba a Hitler y hacer apología del holocausto.
- Insultar a una mujer duante aproximadamente 45 minutos, aludiendo a su aspecto físico y su presunto origen semita, a lo largo de más de 30 declaracines distintas.
- Insultar a un hombre aludiendo a su origen asiático, con similar insistencia.
Galliano declaró que no recordaba lo sucedido, al encontrarse en uno de los momentos más oscuros de su adicción al alcohol y al valium. Y 4 años despues de ser declarado culpable, el diseñador hablaría en un evento en la Central Synagogue de Londres, donde un rabino invitaría a la comunidad a perdonarlo.
Con respecto al caso de Galliano, me surgen las siguientes observaciones:
- Se equivocó y (literalmente) pagó.
- Galliano fue perdonado. La cultura lo perdonó, el star system lo perdonó, y miembros de la comunidad judía de Londres lo perdonaron.
- El consenso generalizado apunta a que Galliano no es genuinamente antisemita, sino que, cuando alguien es un adicto en consumo, puede tener su entendimiento afectado y decir cosas que no siente.
Quizás la única forma en la que Kanye pueda ser perdonado es comenzar a arrojarle dinero a símbolos de la cultura que amenaza con cerrarle la puerta.
O quizás no haya perdón para Kanye. Europa perdonó a Galliano como perdonó a Polanski. Más cerca de Europa está una disciplina, más cerca de la amnistía a los artistas. Más cerca de «separar al monstruo de la obra». Las implicaciones materiales de ello demandan una ocasión a parte.
Pero más cerca de Estados Unidos, más cerca de la quema de brujas y la cerrazón Calvinista. Más cerca de «votar con tu dólar».
Si Kanye fuera francés, todo lo que está haciendo no sería reportado como «Un severo episodio de salud mental», sino como «Un miércoles agitado».