Dame algo en que creer

Todo es una mierda últimamente, no? No es solo la pandemia, ya venía así antes. Cada vez más miserias, cada vez más mentiras, siempre un lío. Los precios suben, cada vez tenés que laburar más (si es que tenés trabajo siquiera). Te es muy difícil imaginarte cumpliendo capaz ese sueño de la infancia de tener tu propia casa, tu propio auto. Capaz los tenés pero están todas las deudas, todos los gastos, apenas llegando a fin de mes. Te desesperan los impuestos que tenés que pagar, los trámites, ¡Los trámites!, y para colmo tenés problemas con tu pareja, o con tus padres, o con tus hijos.

Siempre pasa algo, siempre hay un drama que resolver. En el gobierno siempre hay un escándalo, en las noticias solo aparece la placa de URGENTE, en las redes se la pasan hablando de lo mismo: de lo jodidos que estamos todos. Querés echarle la culpa a algo, a alguien, o capaz querés putear inequívocamente, tranquilamente, sin presión de que vas a joder a alguien, porque al jefe, al notero, al político no lo podés putear de frente pero lo podés putear al fin y al cabo. Destrozando tu tierra antes de  nacer, o capaz viste a tu familia de a poco achicarse en todos los sentidos, porque la plata no alcanza.

Una anécdota monstruosa. Me acuerdo de un tweet que leí una vez, sobre una chica (feminista en la bio) diciendo que los padres varones, bastante mayores, no se cuidaban la salud, trabajando trece horas al dia y no cuidándose en sus comidas. Me acuerdo de una respuesta a ese tweet, de otra chica (feminista en la bio) de que sus padres tienen todo el derecho a comer lo que quieran siendo que trabajan horas infernales.

Reflexioné unos días sobre estos padres de otra generación, padres que durante el 2001 con los críos a cuestas se vieron sin laburo, sin saber que hacer para comer. Rompiendose el orto para que la familia pueda comer, y si ambos padres podían trabajar, mejor aun, pero cuando no se podía, la madre se quedaba en casa, no cualquiera se podía contratar una niñera.

Obviamente, mientras más laburas, menos estas en tu casa, menos relación tenés con tus hijos. ¿No parece acaso una consecuencia lógica que lo que parece ser una ruptura abrupta contra la paternidad que vemos desde algunos sectores de la cultura, el hecho de que la ausencia de sus padres estuvo ligada a una ruptura socio-económica en el pasado? Seguro esos mismos padres pueden decirnos lo mismo sobre sus padres, pero desde otro angulo, dependiendo de qué haya pasado en su época. Pero, ¡¿Ves?!, hasta antes de nacer ya había una condena preparada.

En momentos de incertidumbre como estos, necesitas algo a lo que aferrarte. No estás cómodo a la deriva en el mar agitado, con una tormenta encima, en la oscuridad, sin saber si hay tiburones abajo. Como en esa película “Open Water” del 2003. ¿no se siente mucho así acaso? Puede llegar a sentirse así. Las crisis son fuente abundante de radicalización. Si el discurso oficial no reconoce tu pesar y hace como que está de fiesta, por supuesto que te verás rebelde. Esa marginalidad guerrera que te da al menos la seguridad de que podés ver bien clarito las mentiras, el engaño, y los pesares, tanto tuyos como el de los demás. ¿Acaso no ven que todo está hecho una mierda?

Necesitas seguridad, necesitas respuestas, necesitas una visión del futuro, algo en que creer

I want to believe.

Incluso si no sos de esas personas “creyentes”, tenés que darles crédito a las religiones. A cualquier ateo levantando la nariz en disgusto, que afortunado que hayas tenido que pasar la vida sin dificultades tales que te hagan querer rezar. ¡Nos alegramos por vos! Aunque en serio, muchas veces el ateísmo proviene justamente de esa sensación de desamparo, de que se vaya todo a la mierda y no haya un dios para ayudarte, de esa realización de soledad. Pero es muy diferente la creencia “no hay un Dios que vele por mí, por lo tanto nada me detiene” dónde hay un centro (uno mismo) que encuentra una sensación liberadora, si acaso uno mismo puede auto-sustenarse. En el tipo de desesperación que me refiero, el centro no es suficiente por sí mismo, tanto porque las condiciones a su alrededor no se lo permiten (tanto por razones políticas cómo por el mercado del trabajo) o porque ya se encuentra esa creencia arraigada a través de l tradicion, y apoyadas en instituciones. Muchos centros de ayuda contra las adicciones por ejemplo, son religiosos, y encuentran en sus desesperados reconvertidos, ahora sanos, en evangelizadores.

Las religiones no ofrecen solamente un ser invisible que lucha y vela por vos, sino una sensación de seguridad en su comunidad, en su estructura. De apariencia noble, con líderes carismáticos, canciones, slogans, y, por supuesto: la promesa de un futuro. Pero podríamos aplicar esa descripción a muchas otras cosas. Me fijo en Wikipedia la definición de religión:

“Religión suele definirse como un sistema cultural de determinados comportamientos y prácticas, cosmovisiones, éticas, textos, lugares sagrados, profecías u organizaciones que relacionan la humanidad a elementos sobrenaturales, trascendentales o espirituales.​ Aunque no existe un consenso académico sobre qué constituye exactamente una religión,​ Bernard Lonergan se aproxima a la religión como un conjunto de experiencias, significados, convicciones, creencias y expresiones de un grupo, a través de las cuales sus participantes responden a sus dialécticas de autotrascendencia y relación con la divinidad.”

Es muy fácil tachar a cualquier creyente de caer en trucos emotivos, pero leyendo el inicio de éste escrito, ¿Quién no? Seguro, persona que está leyendo esto, o te has sentido así o conocés a alguien alguien que se ha sentido así (y de hecho esas apelaciones a la emotividad son usadas muy de vez en cuando por figuras prominentes). Y si no, felicidades de vuelta. Las emociones escapan a la racionalidad, y, de hecho, afectan la manera en que se percibe la estructura del mundo. Muchas veces esas emociones están ligadas al contexto de la crianza, la cual es atravesada por aspectos tanto sociales como económicos, políticos y culturales. Perdón mi amor, ninguno es especial, y cómo bien dice el dicho “you are not immune to propaganda”. Pero no estoy haciendo una simple observación a la propaganda, sino que invito al análisis de las propias creencias.

Si hasta el cuadro de futbol (el futbol mismo pudiendo caer en un análisis religioso) es afectado por tu familia, ¿Cuántas de las creencias sobre “cómo debería ser la sociedad”, -pensamiento predominante en las sociedades llamadas liberales democráticas- están en realidad en directa relación con las experiencias personales y grupales (y hasta formando nichos en Reddit) solamente por compartir una experiencia cultural similar? Si todo el mundo vió la llegada (o el simulacro, poco importa) de Estados Unidos a la luna, entonces eso es una experiencia compartida por todos los testigos de la capacidad tecnológica de una nación, sean conscientes o no. Cómo dice otro dicho: “You might have not noticed it…but your brain did”.

De hecho, se emociona y luego piensa. Totalmente al revés de como debería ser: se emociona y después trata de racionalizar sus emociones. Los dispositivos de control emocional se encuentran fuera de nuestro control “racional”, y están dirigidos en realidad por un sistema complejo de mecanismos de beneficios y castigos, afectados por las relaciones de poder familiar, creando arquetipos con los cuales…bah, qué montón de charlatanes que son los psicólogos. ¡Yo puedo papá perfectamente mis emociones! ¡No tengo ningún trauma con mis papás! ¡Cállate Freud!

El punto es, para agentes externos con poder es muy posible afectar estas emociones for profit, tanto en reclutas para evangelizar a tu vecindario como para seguir vendiendo tu imagen . Y es ahí cuando no sólo podemos hablar de religión, sino de cultos y sectas, y hasta fandoms.

Cults!

Durante la última mitad del siglo XX, los medios de Estados Unidos estaban preocupados por el surgimiento de diferentes grupos pseudo-religiosos que no sólo se basaban en un sistema de creencias “alternativo” (después de todo existe la libertad de culto in the land of the free), sino porque sus prácticas iban desde lo absurdo hasta lo restrictivo, terminando en lo suicida. Y no es coincidencia que detrás haya teorías conspiranoicas sobre la impureza de los individuos fuera de estos grupos, desde grupos étnicos hasta las grandes esferas en el gobierno. La tierra prometida es justamente inalcanzable debido a estos pecadores, pero llegará un día en que los hijos elegidos llegarán al paraíso a través de su mesías, tipo el rapture cristiano.

De hecho la emergencia aún sigue viva de tal forma que hay grupos que rescatan gente que está en estos grupos:

What is a cult exactly?

«1. A formal religious veneration 2. A system of religious beliefs and rituals also its body of adherents; 3. A religion regarded as «unorthodox or spurious.»; 4. A system for the cure of disease based on dogma set forth by its promulgator; 5. a: A great devotion to a person, idea, thing; esp.: such devotion regarded as a literary or intellectual fad, b: A usually small circle of persons united by devotion or allegiance to an artistic or intellectual movement or figure.»

This definition obviously could include everything from Barbie collectors to old «Deadheads,» «Trekkies» to diehard Elvis fans. American history might also include within such a definition the devoted followers of Mary Baker Eddy the founder of Christian Science, or the Mormons united through their devotion to Joseph Smith. Both these religious groups were once largely regarded as «unorthodox or spurious.» However, the most important concern today is not simply who might be somewhat «cultic» in their devotion now or historically, but what groups might represent potential problems regarding personal or public safety. That is, groups that are potentially unsafe and/or destructive.”

-FAMILIES AGAINST CULT TEACHINGS AND ABUSES, What is a Cult?

Pero…wait a minute.

El signo de los tiempos.

Si me atrevo a hacer desde estas columnas una afirmación sobre nuestra cult-ura (jaja, culto, cultura, entienden??), me atrevería a decir que es notable cómo la soledad se ha vuelto tan evidente en estos tiempos, en todo aspecto de nuestra vida cotidiana. Dónde el círculo familiar ya no puede llenar ese vacío, esa compañía se busca en el afuera. Puede ocurrir por distintos motivos en resquebrajamiento familiar, son las consecuencias sobre lo cual pretendo llamar la atención: un mundo digitalizado, donde la simulación de lo que se Es resulta tan real cómo lo que Somos realmente, y dónde la imagen de nosotros mismos puede ser consumida, comprada y modificada a través de la técnica y la tecnología, dónde ya no es doble la vida llevamos, sino que es extendida hasta dónde nuestras capacidades y limitaciones tanto psíquicas como estructurales lo permitan. Si las noticias pueden tranquilamente reportar algo que nunca pasó, ¿Por qué el internet sería la excepción? Donde incluso lo que no existe puede llegar a existir sólo porque se cree en él. Los mitos se convierten en realidad, y las personas que creen en esa realidad, van a encontrarse. Las sectas de la muerte no terminaron con Jonestown. Existen grupos suicidas que reclutan a cierto sector demográfico por sus intereses en común diciéndoles “El mundo no puede arreglarse, ¿has intentado un tiroteo?”. Ni siquiera tiene que ser esa la intención principal, y ni siquiera estoy hablando de agentes profesionalizados en el fino arte de manipular a las masas, sino de gente que maneja el poder estético a su antojo, e incluso, puede ser una idea simple la que guíe a cientos de personas hacia un destino en particular, odiando a ciertos pecadores particulares.

No quiero decir, por supuesto, que toda atomización de los grupos sociales en internet lleven a una secta suicida, de hecho, también me atrevo a decir que la cantidad de cultos a la personalidad que surgen en internet son mayormente no-suicidas. Debido a que la soledad no buscada de a poco nos va desesperando, de a poco la vara con las que medimos las relaciones va bajando. Así, una persona desesperada terminará con quien (o quienes) puedan apaciguar esa desesperación. Y ojo, todo el mundo está desesperado por tener un ancla en un mundo donde lo hiperreal se vuelve tan falso que no sabés en qué creer. Y a veces esas anclas son otras personas. Pero hay personas más desesperadas que otras, que hasta cambiarían su ideología completamente con tal de tener un amigx o un padre. Especialmente ahora, dónde las barreras entre lo religioso y lo politico parecen desvanecerse. Parece que cuando se trata de conseguir seguidores, cualquier aspecto de nuestra propia identidad puede ser cooptado y sublimado, that’s how they getcha. Si una figura mesiánica con una estética atrapante (estética no solo referido a la imagen, porque hasta Javier Milei tiene una estética, a pesar de tener ese cabello), usa su voz para contar mis problemas, mis preocupaciones, mis esperanzas (Si, desde politicos como Cristina, Macri, y hasta ideologos que son más farandula que otra cosa)…Si los seguidores son personas cómo yo y dentro de ese grupo se ejerce una especie de ejercicio policial sobre sus miembros como puede ocurrir en las familias más cercanas (el fenómeno de la cancelación dentro de ciertos grupos es también prueba de ello, o la toxicidad de muchísimas fandoms en general, tanto las que existen en internet como fuera de este)…, si tenés un «ellos» a quienes temerle (que te impiden el paraiso), si tenés algo “catchy” que repetir (una canción, un slogan, algo que puedo usar en un pin para combinar con mi outfit), como si fuera un mantra, o un rezo…Si hay algo aproximado a una visión del futuro, una esperanza, un sueño, y hasta un deseo personal sobre lo que harías en ese paraíso (“¡¡¡BTS DIJO QUE CAPAZ VIENE A ARGENTINA!!!”) y hasta enemigos (¿QAnon anyone?) entonces…yo hoy me pregunto, ¿fallaron las definiciones?, porque, ¿Quién NO está en una secta?