Spoilers de «The Boys» y «WandaVision».
Realmente es muy fácil obtener el corazón de alguien, sólo tenes que romper las costillas correctas. Cualquier acto, por más criminal que sea, podría fácilmente ser visto cómo una historia trágica donde el artífice no tuvo elección. Una historia triste, un trauma, la soledad, circunstancias que de haber sido diferentes lo hubieran llevado por otro camino.
Para desarrollar esta idea tomaré cómo casos de estudio la serie de Amazon Prime, The Boys y Wandavision, la serie de Disney+. Ambas tienen temáticas similares, para empezar con la más obvia: son series sobre superhéroes, y ambas lidian con las consecuencias de que haya superhumanos entre nosotros. Sin embargo, lo relatan de manera muy distinta.
Hero Frenzee
No podemos negar que estamos en otra era de oro para las ficciones sobre superhéroes. Son lo más vendido, lo más consumido, y lo más hablado.
En parte esto se debe al auge del MCU (Marvel Cinematographic Universe). Adaptando héroes viejos a una nueva era, tecnológicamente mediada, con contrincantes representantes de luchas actuales (dígase terroristas, líderes cultistas, fascistas, o la pobreza).
Por supuesto también ayudó Disney, incrementando el alcance, el presupuesto y el poder. Para tratar de ganarle en la pulseada por supuesto compite Warner Bros con películas de DC (experimentales a esta altura en cuanto a estilo, aunque manteniéndose en contraste con el colorido mundo de Disney+Marvel), y Sony con sus propias películas de superhéroes de Marvel, aunque se sabe que eso en cualquier momento puede cambiar.
Dónde el ratón ve una oportunidad, es solo cuestión de tiempo.
Homelander vs. La Bruja Escarlata
En la exitosa serie The Boys, Amazon Prime y nuestro querido Jeff Bezos no tuvieron tapujos a la hora de darle plataforma a una trama sumamente crítica del mundo corporativo. tapando los crímenes y escándalos de sus productos (los superhéroes, símbolos de fuerza, patriotismo, y de hasta providencia divina), siendo lobbistas y utilizando las lógicas del neoliberalismo para monopolizar el mercado de “salvar al mundo/america” (chistes al respecto de éstas situaciones no faltan, puesto que la serie es consciente de sí misma y su género). En ella, los superhéroes, símbolos de paz, fuerza, patriotismo y por qué no, providencia divina , tiene como a uno de sus protagonistas a Homelander (interpretado por Anthony Starr), una combinación entre dos icónicos personajes, el Capitán América y Superman, pero abordado con la seriedad que conlleva su personaje: Una bomba de hidrógeno andante.
Realmente la serie sabe captar lo inquietante de un personaje que, sin esfuerzo alguno y sin moverse del lugar, podría perforarte el cráneo. Esto ni siquiera es un spoiler: ya está establecido su poder (su presencia), ni bien hace acto de apariencia. Todo el mundo está incómodo a su lado, excepto quienes le adoran. Éste capitanazo sin embargo es adorado por millones, tanto por las estrategia publicitaria de la empresa que “lo controla”, cómo así también sus lineamientos ideológicos, acomodándose cómodamente con los valores tradicionales: Aparece en eventos religiosos, invoca al espíritu americano, está en contra de los inmigrantes. La serie, a conciencia, nos muestra el absurdo de la adoración que recibe de parte del ciudadano común, a la vez que es despreciado por la juventud ansiosa de un cambio de imagen.
Es curioso cómo los superhéroes son retratados cómo lo que básicamente son: símbolos representativos de la pureza ideológica de la elite. ¡Fua, que montón de palabras! Perdón por politizar a los superhéroes. El capitán américa NO representa la conquista estadounidense en la segunda guerra. Iron Man NO es un capitalista que porque lo secuestró un cuerpo terrorista (claramente árabes) se hizo un traje con sus billones para combatir más árabes, rusos y robots (la gente no lo compara con Elon Musk para nada). Podría seguir haciendo un análisis woke de cada superhéroe (excepto Spiderman, un pibe del barrio), pero creo que entienden mi punto. Los superhéroes ya vienen politizados, y son una forma de mistificar y hacer casi familiar un concepto abstracto y a la vez terrible. Cómo la guerra, la justicia, el sacrificio, pero siguen siendo vehículos políticos. Aquí el nuevo superhéroe Iron Dome, defensor de Israel (arriba), imagen que se volvió viral luego de la impresionante muestra del poder tecnológico con el que cuenta dicho estado, con apoyo de Estados Unidos (abajo) :

Ya entrando en Marvel, la serie con la que su propia plataforma de streaming, Disney+, ganó momentum -y es sucesora de los eventos que ocurren en el universo cinematográfico de Marvel- fue WandaVision. Esta serie relata la historia de Wanda, La Bruja Escarlata (interpretada por Elizabeth Olsen), una mujer que perdió a su familia en la guerra en su país (específicamente, la muerte de sus padres fue a causa de misiles Stark, que luego sería Iron Man), y, tras ese trágico suceso, se une a grupos radicales para combatir el imperialismo. La protagonista debe atravesar un sinfín de situaciones y acontecimientos: Experimentan con ella (de ahí sus poderes), pierde a su hermano a mano de un robot que diseñó Stark, combate a dicho robot junto a Stark y compañía, viaja a otro país donde es puesta bajo la jurisdicción de Estados Unidos (bajo la tutela de Stark), se enamora de un robot, llamado Visión, de personalidad paternal y servicial (aunque también puede ser porque no encaje en su nuevo entorno, de todas formas creo que quedó claro que las acciones y motivaciones de los personajes le sirven a la trama como le plazca), luego es declarada una criminal, forzada a esconderse; y, cuando las cosas se están poniendo serias con Visión, lo matan, enfrente de ella…dos veces. Bah, la primera vez lo tuvo que matar ella porque sino una berenjena ecofascista iba a matar a millones, lo cual terminó haciendo igual.
Solo hice este recap de sus personajes por dos motivos:
1- Marvel sigue un patrón consistente de nunca desviarse del camino de los superhéroes como seres virtuosos. Son retratados como un ideal, sus poderes sólo externalizan la bondad que hay en su interior.
La lógica es perfectamente retratada en ésta escena de las primeras películas del UCM, Captain America: The first avenger :
Eso significa que cualquier agujero en la trama será llenado para que simpatices con las motivaciones de los personajes y, de alguna forma, los exculpes.
Marvel no debería ser buscada para encontrar una crítica al sistema, o la exploración al alma humana. Su mérito está más en lo estético: sus espectáculos visuales son placenteros y me distraen de las cuentas que tengo que pagar, y hay ciertas lecciones que aprender, a pesar de lo infantiles que son sus historias (por eso está en Disney).
2- Wanda cómo personaje: Sus interacciones no dejan de ser o con otros superhéroes o con miembros de alto rango de naciones. Militares, burócratas, científicos, etc. Eso marca una relevancia en cuanto quienes son los agentes que movilizan el mundo. Ciertamente no la plebe, la cual está indefensa tanto de los poderes estatales como de los superhéroes, y ambos dejan ciudades rotas. Wanda es, además, un personaje traumatizado. Es un superhéroe capaz de modificar la realidad, controlar mentes, y conjurar personas. El desencadenante de la trama es la negación a Wanda de un funeral para Visión, el cual es desmembrado por el ejército en función de un material muy valioso del cual el finado está compuesto. Y es que, realmente, Wanda no tiene autoridad sobre lo concerniente a un arma inteligente (la arbitrariedad es llamativa, puesto que Visón es tratado como un arma, pero Wanda no). Luego de esto va y secuestra una ciudad entera (literalmente torturando psicológicamente a sus habitantes), conjura a Visión y se crea una vida totalmente nueva, forzando a sus habitantes (aun conscientes de que son controlados, pero incapaces de resistirse) a ser sus marionetas.
WandaVision no sólo busca explorar más a Wanda y su relación con Vision, sino que lo hace de una forma interesante. Por la primera mitad de la serie, usa estilos aplaudidos en su precisión en referencia a viejas sitcoms mientras avanzan en el tiempo, explorando tanto el personaje como un médium. Lamentablemente luego se deshacen de tales exploraciones para entrar al terreno conocido de peleas entre seres mágicos y androides, con efectos especiales y personajes convenientes que tiran información mientras la gente sin poderes sólo está para asistir.
Y lo peor es que los villanos, en este caso los militares, (liderados por el Director Tyler Hayward, interpretado por Josh Stamberg), tenían razón, pero la trama (aún cuando reconoce las cosas terribles que ha hecho) lo retrata desde el dolor de Wanda, como una justificación de sus actos y cómo forma de perdonar a alguien por no saber usar su poder.
Pero realmente, ¿Cuáles son las diferencias claves entre Homelander y Wanda, la bruja escarlata?
Ambos son seres poderosos, capaces de diezmar ciudades en un mal día. Ambos, a su manera, tratan de hacer lo correcto, pero son humanos, y ambos son blancos en Estados Unidos. Sus diferencias más notables son su género y la música que suena de fondo. Poné a una mujer blanca llorando con música emotiva de fondo, y poco importa si entre lágrimas dice “tuve que matar a esas personas”. Ciertamente no ayuda que, desde el podio de la corrección política, se use a las mujeres para señalar virtud, y otras piezas de media no son tímidos a la hora de usar esto para reivindicar personajes otrora nefastos. Si Homelander fuera mujer y tuviera una historia trágica más “en tu cara”, creo que cualquiera diría “bueno, entiendo porqué lo hizo”. Entenderlo es irrelevante cuando el protagonista sale impune de sus actos.
Y si creen que lo que digo es descabellado, miren a la farándula, tanto del espectáculo como de la política. Ya conocemos la fórmula: cuando se habla del trabajo de la figura, se hace enfoque en su infancia, cuando era un pequeñín. O tal vez enfocado en su trabajo, como se relaciona con las personas, con una sonrisa. Hablando de valores, o hablando de cambio. En la política en particular, hoy en día es casi un cliché, incluso viene codificado por género. Una mujer que tenga una estética Thatcher es más probable de ser elegida entre los votantes del la “ley y el orden” que una figura más diplomática, casi maternal, cuidadosa con las palabras, académica. Estoy segura que ya les vinieron nombres a la cabeza que tienen relación con tales estéticas. Y cuando una forma se vuelve homogénea, deja pie para que otras figuras por fuera de esa homogeneidad se vuelvan atractivas.
En fin, para terminar, cuidado con las lágrimas.